La Autoestima según el Estoicismo: El Valor de Ser Fiel a Ti Mismo

Descubre cómo los estoicos entendían la autoestima como el fruto de vivir con integridad y según tus valores. Una lectura que transformará tu forma de verte y fortalecerá tu confianza desde dentro.

Alma Estoica en colaboración con la Psicóloga Ana María Pierre

12/15/20244 min leer

Más allá de los elogios externos o los estándares impuestos, el estoicismo entiende la autoestima como la paz interior que surge de vivir conforme a tus valores y principios. Para Marco Aurelio, la clave está en alinearte con la virtud, esa brújula interna que guía tus pensamientos y acciones hacia la justicia, el coraje, la honestidad y la moderación. No se trata de cómo el mundo te percibe, sino de cómo tú decides percibirte a ti mismo.

Desde una perspectiva psicológica, la autoestima es el valor, la percepción y el aprecio que una persona tiene sobre sí misma. Es una combinación de pensamientos, emociones y actitudes que desarrollamos a lo largo de nuestra vida en función de las experiencias que vamos viviendo, y cómo las relacionamos con nuestros logros. También, nos condiciona el cómo procesamos los desafíos y críticas, y cuanto dejamos que estas nos afecten. En su completitud, la autoestima está directamente relacionada con la forma en que interpretamos nuestro lugar en el mundo, y nuestras capacidades personales.

La conexión con el presente
Cuando enfrentas un error, ¿te dices cosas como "Siempre arruino todo" o bien, "Me equivoqué, pero puedo aprender de esto"?.

Si no obtuviste el trabajo que querías, ¿piensas "No soy lo suficientemente bueno", o "Este no era para mi, seguiré intentando"?

¿Dudas constantemente y buscas la validación de otros para tomar decisiones pequeñas? o bien, ¿te sientes menos valioso al ver los logros de otros?

Este tipo de preguntas son las que llamamos "diálogo interno", y condicionan la percepción que tenemos de nosotros mismos, y la que perciben los demás.

Un ejemplo cotidiano
Imagina que estás en redes sociales. Ves publicaciones que muestran vidas aparentemente perfectas: viajes, éxitos, relaciones ideales. De repente, comienzas a compararte y a sentir que no estás a la altura. Aquí es donde el estoicismo te desafía: ¿estás midiendo tu valía según algo que no controlas, como las vidas de otros, o según tus propios valores?. Si logras dejar de lado las apariencias y reflexionar sobre tus acciones diarias (esos pequeños momentos de integridad y esfuerzo), descubrirás una autoestima mucho más sólida y duradera.

Cómo producir y fortalecer la autoestima estoica

  1. Define tus valores esenciales: Reflexiona sobre qué principios son importantes para ti. ¿Es la honestidad? ¿El compromiso con el trabajo bien hecho?. Hazlos tu brújula.

  2. Sé consciente de tus pensamientos: Practica la introspección diaria. Pregúntate: "¿Estoy actuando según mis principios o buscando aprobación externa?".

  3. Encuentra satisfacción en el esfuerzo: Mide tus logros por el compromiso y la integridad que pones en ellos, no por los resultados externos.

  4. Acepta lo incontrolable: El juicio de los demás, los éxitos materiales o las comparaciones externas son variables fuera de tu control. Deja de aferrarte a ellas para valorar tu vida.

  5. Acepta lo que quieres y lo que no de ti: Detente a pensar, "¿En qué grado me siento cómodo con quienes soy?", "¿Qué fortalezas y limitaciones creo que me definen?".

  6. Descubre tu autoconcepto: Inspecciona las creencias que tienes sobre tu mismo y qué sientes que te definen. "¿De qué manera te hacen lo que eres?", "¿Cuán lejos están de lo que esperas para ti?".

Aplicaciones en la vida moderna
En un mundo donde la validación parece estar en los "likes" y los reconocimientos superficiales, el estoicismo nos recuerda que nuestra verdadera valía está en cómo nos conducimos y cuan amigados estamos con lo que esperamos de nosotros mismos. Si te enfocas en ser auténtico y actuar con integridad, empezarás a construir una autoestima inquebrantable, libre de las fluctuaciones del entorno.

El regalo de la autoestima estoica
La autoestima que proponen los estoicos no depende de algo externo. Es un refugio interno, construido con pequeñas decisiones diarias de vivir según tus valores. Al final, esa es la verdadera libertad: ser fiel a ti mismo en un mundo que constantemente intenta imponerte lo contrario.

Descubre el estoicismo