Terapia Cognitivo-Conductual

Descubre cómo la terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ayudarte a entender y gestionar tus pensamientos, emociones y acciones. Para quien buscan fortalecer su bienestar emocional y superar desafíos para construir una vida más equilibrada.

Alma Estoica, en colaboración con Walter Olmos, psicólogo conductual

12/10/20246 min leer

Imagina que tu mente es como una habitación. A veces, está llena de luz, ordenada y agradable, pero otras veces parece oscura, desordenada, e incluso puede resultar un poco asfixiante. La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) es como un conjunto de herramientas diseñadas para ayudarte a organizar esa habitación, encender las luces y hacer que sea un lugar donde te guste estar.

La TCC es un tipo de terapia psicológica que ha ayudado a millones de personas en todo el mundo. ¿Por qué? Porque no solo se enfoca en cómo te sientes, sino también en cómo piensas y cómo actúas. Y esto es importante porque, aunque a veces parece que nuestras emociones aparecen de la nada, sin darnos cuenta, y muchas veces sin sentirlas, la verdad es que suelen estar muy conectadas con lo que pensamos y hacemos.

En qué se relaciona la TCC con el estoicismo

La TCC y el estoicismo están profundamente relacionados, ya que ambos comparten principios fundamentales sobre cómo las personas interpretan y responden a los eventos de la vida. Aunque surgen en contextos diferentes (la TCC en el campo de la psicología moderna y el estoicismo como una escuela filosófica de la antigua Grecia y Roma) las ideas que sostienen ambos enfoques resuenan de manera notable.

Como ejemplos, tenemos:

Control sobre las interpretaciones

  • Estoicismo: Los estoicos, como Epicteto, enseñaban que "no son los eventos los que nos perturban, sino nuestra interpretación de ellos". Esto significa que no tenemos control sobre lo que sucede, pero sí sobre cómo lo percibimos y reaccionamos ante ello.

  • TCC: Se aborda cómo los pensamientos automáticos y las creencias pueden distorsionar la percepción de los eventos, causando malestar emocional. La TCC ayuda a identificar y modificar estos pensamientos negativos para generar una respuesta más adaptativa.

Aceptación de lo incontrolable

  • Estoicismo: Los estoicos promovían aceptar aquello que no está bajo nuestro control, enfocándonos en lo que sí podemos cambiar: nuestras actitudes, pensamientos y acciones.

  • TCC: Este principio se refleja en técnicas como la reestructuración cognitiva, que enseña a aceptar situaciones inevitables y manejar el estrés desde un enfoque racional.

Ética y bienestar

  • Estoicismo: Para los estoicos, vivir conforme a la razón y la virtud es esencial para alcanzar la tranquilidad emocional.

  • TCC: Aunque no se enfoca en la ética, la TCC también busca el bienestar emocional ayudando a las personas a alinear sus pensamientos y acciones con sus metas y valores personales.

Volviendo nuevamente a la TCC

El Triángulo Pensamiento-Emoción-Acción

Aquí va un concepto clave: tus pensamientos, tus emociones y tus acciones están conectados, como los tres lados de un triángulo. Por ejemplo, si piensas "Soy terrible en matemáticas", probablemente te sentirás frustrado o ansioso al hacer tus deberes, y puede que termines evitando estudiar. Esa acción, a su vez, refuerza la idea de que eres malo en matemáticas porque no practicas.

La TCC trabaja contigo para identificar esos pensamientos negativos (como "Soy terrible en matemáticas") y cuestionarlos. ¿Es realmente cierto? ¿O hay evidencia que demuestre lo contrario? En lugar de pensar "Soy terrible", podrías aprender a decirte algo más útil, como: "A veces me cuesta, pero puedo mejorar si practico".

¿Cómo Funciona la TCC?

Cuando comienzas la TCC, trabajarás con un terapeuta que será como un guía o entrenador. Juntos, identificarán los patrones de pensamiento y comportamiento que podrían estar afectándote. La TCC no se centra tanto en explorar tu pasado (aunque puede ser útil en ocasiones), sino en lo que está sucediendo aquí y ahora.

Por ejemplo, si te sientes muy nervioso antes de hablar en público, se te podría ayudar a identificar qué pensamientos están detrás de esa ansiedad. ¿Piensas que los demás te juzgarán? ¿Te imaginas olvidando tus palabras? Una vez que identifiques estos pensamientos, el siguiente paso es desafiarlos.

Desafiar Pensamientos

Supongamos que tienes la idea de que "si cometo un error, todos se reirán de mí". En la TCC, aprenderás a preguntarte:

  • ¿Cuántas veces ha pasado eso realmente?

  • ¿Es tan grave es si alguien se ríe?

  • ¿Cuánta importancia real tiene la visión de los demás sobre mi?

  • ¿Qué puedo hacer para estar mejor preparado y sentirme más seguro?

  • ¿Cuáles son los momentos en los que siento que me falla la seguridad?

Esas preguntas ayudan a transformar pensamientos negativos en otros más realistas y útiles.

Experimentar Para Aprender

Pero no todo es pensar. La TCC también incluye ejercicios prácticos. Si tienes miedo a las alturas, por ejemplo, no vas a superar ese miedo solo hablando de ello. Quizás empieces mirando fotos de lugares altos, luego subas un piso, luego dos... El objetivo es que, poco a poco, te expongas a lo que temes y veas que puedes manejarlo mejor de lo que pensabas.

Lo Curioso de la TCC

Algo interesante de la TCC es que no busca "arreglarte", porque no estás roto. Todos enfrentamos desafíos, y la TCC es una herramienta para entender mejor tu mente y responder a esos desafíos de forma más saludable.

Además, la TCC no es solo para personas que tienen problemas graves como ansiedad o depresión. También es útil si quieres mejorar tu autoestima, manejar el estrés, o aprender a tomar decisiones más sabias. También ayuda a lograr conocerte a ti mismo, tus límites actuales y como planificarte para superarlos.

¿Por Qué Es Tan Popular?

La TCC tiene algo genial: funciona. Numerosos estudios han demostrado que puede ser tan efectiva como los medicamentos para tratar problemas como la ansiedad y la depresión, pero sin efectos secundarios. Y lo mejor es que las habilidades que aprendes en la TCC no desaparecen cuando termina la terapia. Son herramientas que puedes usar toda tu vida.

Un Ejemplo Real

Te contaré la historia de Jaime (cambiamos el nombre real para esta historia), un chico de 16 años que siempre se preocupaba por lo que otros pensaban de él. Cada vez que sus amigos reían, pensaba que se estaban burlando de él. Cuando alguien caminaba a su lado y lo miraba más de algunos segundos, pensaba que veían algo raro en él. Si el se acercaba a algunas personas, y estas dejaban de hablar, el pensaba que estaban hablando de él.

En una sesión de TCC, su le pidió que al pasar por una situación similar, inmediatamente tomara nota de esa situación, y de las sensaciones que lo invadían. Y que a su vez, luego de pasada la situación, tomara nota sobre que era lo que realmente había terminado sucediendo. Pronto se dio cuenta de que muchas veces sus amigos simplemente bromeaban entre ellos. Otras, que las bromas eran hechas sobre situaciones del grupo (que incluía a todos), pero al sentirse él, el centro de la broma, perdía la perspectiva de la realidad.

Estando el presente, y Jaime aprendió a cuestionar sus pensamientos automáticos y poco a poco dejó de sentirse tan inseguro.

Cultivar Tu Propia Fortaleza

En última instancia, la TCC se trata de darte poder. Poder para entender cómo funcionan tus pensamientos y emociones. Poder para enfrentar tus miedos. Poder para construir la vida que quieres, un pequeño paso a la vez.

Así que, si alguna vez te sientes atrapado en tu propia mente, recuerda: siempre hay formas de abrir la puerta y dejar entrar la luz. La TCC podría ser una de esas llaves. Y lo mejor de todo es que cada vez que trabajas en ti mismo, te acercas un poquito más a convertirte en la persona que quieres ser.