Autoimportancia: El Estoicismo y la Psicología para Superar el Ego

Descubre qué es la autoimportancia, cómo afecta tu vida y cómo el estoicismo y la psicología te ayudan a manejarla para alcanzar la tranquilidad y el crecimiento personal.

Alma Estoica

1/7/20255 min leer

La autoimportancia, desde la perspectiva estoica, es vista como una ilusión peligrosa que nos aleja de la virtud, la tranquilidad y el crecimiento personal. Se refiere a la tendencia de sobrevalorar nuestro papel, habilidades o derechos, lo que puede inflar el ego y generar una visión distorsionada de la realidad. Los estoicos, al igual que muchas corrientes de la psicología moderna, advierten sobre los peligros de caer en esta trampa mental.

¿Qué es la Autoimportancia?

La autoimportancia es la creencia de que uno es más valioso o merece más reconocimiento que los demás. Se manifiesta en actitudes de arrogancia, sensibilidad excesiva a la crítica y la necesidad constante de validación externa. Este sentimiento puede llevar a conductas defensivas, conflictos interpersonales y sufrimiento emocional cuando la realidad no coincide con las expectativas "infladas" que se tienen de uno mismo.

Manifestaciones de la Autoimportancia:

  • Deseo de reconocimiento constante

  • Sentimiento de ofensa ante críticas menores

  • Comparaciones frecuentes con otros

  • Dificultad para aceptar errores o fracasos

  • Menosprecio hacia las opiniones ajenas

Los Peligros de la Autoimportancia:

  1. Fragilidad Emocional: Cuanto mayor es la autoimportancia, más vulnerables nos volvemos a las críticas o fracasos, generando frustración y resentimiento.

  2. Desconexión con la Realidad: Al enfocarnos excesivamente en nuestra propia percepción, perdemos objetividad y empatía.

  3. Relaciones Tensas: Las personas con un sentido elevado de autoimportancia tienden a generar conflictos y distanciamiento en sus relaciones.

  4. Estancamiento Personal: La negación de errores impide el aprendizaje y el crecimiento.

El Estoicismo y la Autoimportancia

Los estoicos, como Marco Aurelio, advertían que la autoimportancia es uno de los mayores enemigos del alma. Marco escribió: “Recuerda cuántas cosas has presenciado desaparecer, y no te aferres a la vanidad.” Para los estoicos, reconocer la propia insignificancia en el gran orden del universo era un acto de liberación, no de pesimismo.

Epicteto enseñaba que debíamos centrar nuestra energía en lo que podemos controlar: nuestras acciones y pensamientos, no en la opinión de los demás o en el deseo de reconocimiento externo.

Cómo Manejar la Autoimportancia:

  1. Practicar la Humildad: Recordar que todos somos mortales y falibles ayuda a mantener una perspectiva equilibrada. Reflexionar sobre nuestra pequeñez en el universo (tanto general, como el de otros) no hace desaparecer el ego, pero si plantearnos el cómo nos vemos ante él. Mantener un diario personal para escribir logros y fracasos puede ser útil para reconocer los éxitos sin caer en la arrogancia. Esto es particularmente bueno para los fracasos, o cosas que no han salido bien. De este modo tenemos fuentes a las cuales volver y también analizar el motivo por el cual no salieron como esperábamos. Por otro lado, ser reales con nosotros mismos. No podemos saberlo todo, ni muchos menos, querer hacer pensar a los demás que lo sabemos. Esto no solo nos deja en una posición equivocada con nosotros mismos, sino que nos expone de manera no muy agradable a los otros.

  2. Ejercicio de Gratitud: Centrarse en lo que tenemos, en lugar de lo que creemos merecer, nos conecta con la realidad y reduce la necesidad de querer que los demás expresen cuan importantes somos, o cuánto se nos necesita. Es cierto que es importante saber que somos queridos y apreciados  por otros. En este contexto lo que no se debe, es pensar que somos indispensables para el resto, y por ello, esperar que se nos agradezca por nuestra sola existencia. Practicar diariamente el reconocimiento de pequeñas cosas que aportan valor a nuestras vidas nos aleja del deseo de superioridad.

  3. Reestructuración Cognitiva: Desde la psicología cognitiva, desafiar pensamientos automáticos como "nadie me aprecia lo suficiente" ayuda a construir creencias más realistas. Cuestionar la validez de estas creencias con preguntas como "¿Hay pruebas reales de que esto sea cierto?" ayuda a romper el ciclo del pensamiento egocéntrico.

  4. Praemeditatio Malorum: Visualizar posibles desafíos o críticas desde una actitud de preparación, no de victimismo, fortalece la resistencia emocional. Imaginar escenarios donde las cosas no salen como se espera, pero visualizando una respuesta serena y controlada, ayuda a prepararse emocionalmente para cualquier resultado.

  5. Servicio a los Demás: Ayudar a otros nos saca un poco de esa habitación mental con espejos que sólo nos reflejan a nosotros mismos. Piensa en nivelar el enfoque en uno mismo, y haz trabajo en fortalecer la empatía. Esto no quiere decir que debas ir por la vida ofreciéndote a los demás, o bien sacrificándote en post de otros. Es más bien mantener una mente atenta, cercana y abierta. Ayudar no significa que tus acciones deban cambiar el universo, pero algo pequeño puede cambiar el mundo de una persona.

  6. Aceptar el Fracaso como Parte del Proceso: En lugar de temer al fracaso, aceptarlo como una oportunidad de aprendizaje es esencial para superar la autoimportancia. Analizar los errores de forma objetiva y extraer lecciones refuerza la resiliencia y nos ayuda a mantener una visión equilibrada de nuestras capacidades.

La autoimportancia, aunque natural en ciertos grados, puede convertirse en un obstáculo significativo para la paz mental y el desarrollo personal, porque te privarán de ver el afuera y todo eso que está sucediendo a centímetros de distancia de ti. El estoicismo nos ofrece herramientas para disolver el ego y enfocarnos en lo que realmente importa: nuestras virtudes, acciones y el impacto positivo que dejamos en nosotros mismos, y en los demás.